Max Verstappen en el GP de Brasil 2025

 

La carrera arrancó con un serio revés para Verstappen: el domingo antes de la carrera se vio obligado a arrancar desde el pit-lane, tras una serie de cambios en su monoplaza que violaron las condiciones de Parque Cerrado. Pero antes incluso de eso, en la clasificación sufrió algo poco habitual para él: fue eliminado en Q1. Así que la montaña que tenía que escalar era doble: salir muy atrás y remontar todo lo que pudiera.

Carrera de remontada: Una vez lanzada la carrera, Verstappen puso mano dura. A pesar de salir desde el pit-lane, logró escalar posiciones de forma constante y decidida. Al final cruzó la meta en tercera posición, lo cual no está nada mal considerando el punto de partida. 

Este podium refuerza su reputación de poder remontar situaciones adversas, aunque no fue suficiente para cambiar el curso de su campaña al frente del campeonato.

Impacto en el campeonato: Aunque logró un buen resultado, el hecho de empezar desde tan atrás y no poder luchar por la victoria le hace un daño importante en la carrera hacia el título.

El ganador terminó siendo Lando Norris, quien además amplió su ventaja en el torneo. Verstappen lo reconoció; al ser preguntado sobre sus opciones, dijo que la pelea ahora estaba en modo “recuperación”. 

Puntos destacados y aprendizajes: La estrategia del equipo de recuperarlo desde el pit-lane funcionó bien, permitió minimizar las pérdidas. Sin embargo: arrancar mal (clasificación y anticipo del día de carrera) volvió a costarle caro.

Ya no se trata solo de tener el mejor monoplaza, sino de asegurar que nada falle antes de la salida si quiere luchar al máximo por el título. Mostró carácter y habilidad de conducción, lo que seguramente reforzará la moral del equipo y del piloto de cara a las tres carreras que restan.

¿Y lo que viene?

Con pocas carreras aún por disputarse, y un rival que aprovecha cada oportunidad, Verstappen no puede permitirse otro fin de semana con tanto contratiempo. La victoria le queda lejos en este Gran Premio, pero lo que sí se lleva es la prueba de que no se rinde fácilmente.